Esta sesión la dedicamos comentar imágenes de la ICONOTECA.



No da tiempo para más.
Despedimos las clases y también el blog hasta la vuelta de la Semana Santa.
No da tiempo para más.
Despedimos las clases y también el blog hasta la vuelta de la Semana Santa.
¿Se parece a Stonehenge? Tiene un cierto parecido
El segundo grupo nos propone que pensemos en qué significa, por qué está ahí y en qué se ha inspirado el autor para realizarla. Cada color se identifica con cada continente: África-negro, Europa-azul, América-rojo, Asia-amarillo, Oceanía-verde. Luego, en qué lugar se colocaría en Pamplona, por qué, o le quitarías o añadirías algo (en la ciudadela por su contenido lúdico, convirtiéndolo en columpios; en la parte opuesta a la estatua de los Fueros ya que simboliza lo foral frente a esto que simbolizaría lo continental).
El tercer grupo también haría preguntas sobre la imagen y explicaría a los niños la idea del autor. Así, nos dividen a la clase en 5 grupos, y cada uno deberíamos colocarnos detrás de cada escultura, imitando algún deporte olímpico. Aunque no hemos ido al lugar, cada grupo simulamos practicar un deporte olímpico: balonmano, curling, baloncesto, tiro con arco y natación sincronizada.
Después de este paréntesis, sigo con lo que se ha comentado sobre Teobaldo. Sugieren que le falta vida, solo tiene la carcasa. Para ser una vida humana, habría que llenarla de experiencia, valores, de qué pensar. Cada uno tendría que aportar qué es lo que le hace falta para tener vida.
Proponemos a nuestro alumnado crear, en primer lugar, el contexto donde podrían encontrar dicha imagen, de una muchacha con los pies colgando (les damos ideas: sobre un puente, una ventana, un río, un árbol…) Ellos deberán dibujar el ambiente que la rodea.
En segundo lugar, deberán adornar el vestido de la chica con material que ellos crean oportuno. Les proporcionamos la imagen en papel, y con ayuda de plastilinas, papel pinocho, flores secas, retales de tela recicladas que encuentren por sus casas… y serán ellos quienes “decoren” su vestimenta que vaya acorde con el lugar en la que la han situado (teniendo en cuenta el tiempo plasmado, la actividad que está a punto de realizar…). Marta nos propone que vayamos a decorar la propia escultura, ya que sería mucho más motivador para los chicos/as.
En tercer lugar, abrimos un debate para recopilar ideas sobre qué es lo que está pensando esta chica, argumentando la opinión que da cada uno.
En cuarto lugar, se puede trabajar con la postura corporal: el maestro va nombrando lugares y situaciones a la que los niños/as deberán “transportarse” e imitar con su cuerpo la situación que se le propone: por ejemplo, tenderse en una toalla en la playa, situarse en una roca chiquitita rodeada de pinchos, agarrarse a una rama de un árbol que está a muchos metros de altura del suelo, viajar en una canoa poco inestable, trotar encima de un caballo pura sangre,… Todo esto nos da pie a que ellos hagan unos movimientos corporales cuya finalidad sería formar una figura humana (acrosport) que tengan relación con la figura y su posible contexto: por ejemplo, una casa que se bambolee con el viento, una barca que se mueva en un río caudaloso… Ellos deberán proponer también algún medio de transporte donde se sitúe este “ritmo vital”.
Subimos al 2º piso, donde nos sentamos alrededor de un cuadro de Josemi Corral
¿Nos lleva de la abstracción a la concreción, o es al revés? En el debate, escuchamos palabras como humedad con manchas no definidas, contraste entre pared negra ("un poco inquietante") y blanca, donde también encontramos colores. El autor representa el interior de su taller. Es un "autorretrato" (que no tiene por qué ser humano físicamente hablando). Además, según Marta, el autor constantemente se reinterpreta.
Salimos a la parte de fuera del rectorado, donde nosotros también nos vamos a autorretratar: con un sonido, una imagen o una palabra. Cada uno expresará su autorretrato, y lanzará el ovillo de lana, con el fin de crear una gran red que, simbólicamente, nos une como grupo.
Yo dibujo un libro, que representa mi identidad como filóloga y como persona que nunca debe (o por lo menos, no puede) dejar de leer, ya que mi vida como profesora o como futura maestra implica una renovación constante y esencial para ir en paralelo con el mundo.
Éstas son las esculturas de los demás grupos, que simularían una canoa que está a punto de hundirse, y una torre vigía.
Nos trasladamos al siguiente punto, que se llama Argi izpia eta oreka ("Un punto de luz y equilibrio") en granito, de Jose Ramón Anda.
Marta nos manda que, cada uno, desde nuestra posición, dibujemos lo que vemos, y este es mi boceto:
Vemos que es un bloque rígido, perpetuo (en principio), pero SE MUEVE (yo no lo sabía). Por eso, Marta nos propone que a este mismo boceto le demos "movimiento", que parezca que tiene movilidad. A mí se me ha ocurrido ponerle ruedas y cohetes...
Por último, entramos en el rectorado para ver Ícaro, la obra de Dora Salazar (trasladémonos a la mitología griega, donde Dédalo e Ícaro querían salir del laberinto de Creta. Crearon unas alas de cera, pero Ícaro se acercó demasiado al sol, sus alas se derritieron y cayó). La verdad es que me ha sorprendido y ha sido la escultura que más me ha gustado de toda la sesión.
En grupos, hemos apuntado cada uno 2 palabras que nos sugiere la obra, y hemos elaborado un pequeño texto.
El ser ansía libertad para tomar sus propias decisiones y poder tirarse al vacío, un vacío que reúna fantasía y utopía donde pueda darse plenamente los elementos que el propio ente aúna: aire con sus alas, tierra con su figura humana, agua con la cola de sirena y fuego por el cobre que brilla en su salto al vacío.
He querido, por mi cuenta, retomar el mito de Ícaro, y buscando por internet he encontrado una imagen que se parece mucho a la que encontramos en el rectorado. La he seleccionado porque esta interpretación de Ícaro (que es la imagen de El Proyecto Ícaro, una iniciativa de la Fundación Anomalía destinada a la creación de un museo que preserve la memoria y la obra del pintor Fernando Calderón) también aparece con cola de crustáceo, y me ha llamado la atención.
Para ver el mito completo de Ícaro, pincha AQUÍCon ello han querido plasmar las cuatro estaciones del año, que simbolizan el tiempo que también pasamos nosotros en el aula. Es una forma de animar las cuatro paredes que nos rodean gran parte de nuestros días como estudiantes de magisterio.