



Éstas son las esculturas de los demás grupos, que simularían una canoa que está a punto de hundirse, y una torre vigía.
Nos trasladamos al siguiente punto, que se llama Argi izpia eta oreka ("Un punto de luz y equilibrio") en granito, de Jose Ramón Anda.
Marta nos manda que, cada uno, desde nuestra posición, dibujemos lo que vemos, y este es mi boceto:
Vemos que es un bloque rígido, perpetuo (en principio), pero SE MUEVE (yo no lo sabía). Por eso, Marta nos propone que a este mismo boceto le demos "movimiento", que parezca que tiene movilidad. A mí se me ha ocurrido ponerle ruedas y cohetes...
Por último, entramos en el rectorado para ver Ícaro, la obra de Dora Salazar (trasladémonos a la mitología griega, donde Dédalo e Ícaro querían salir del laberinto de Creta. Crearon unas alas de cera, pero Ícaro se acercó demasiado al sol, sus alas se derritieron y cayó). La verdad es que me ha sorprendido y ha sido la escultura que más me ha gustado de toda la sesión.
En grupos, hemos apuntado cada uno 2 palabras que nos sugiere la obra, y hemos elaborado un pequeño texto.
El ser ansía libertad para tomar sus propias decisiones y poder tirarse al vacío, un vacío que reúna fantasía y utopía donde pueda darse plenamente los elementos que el propio ente aúna: aire con sus alas, tierra con su figura humana, agua con la cola de sirena y fuego por el cobre que brilla en su salto al vacío.
He querido, por mi cuenta, retomar el mito de Ícaro, y buscando por internet he encontrado una imagen que se parece mucho a la que encontramos en el rectorado. La he seleccionado porque esta interpretación de Ícaro (que es la imagen de El Proyecto Ícaro, una iniciativa de la Fundación Anomalía destinada a la creación de un museo que preserve la memoria y la obra del pintor Fernando Calderón) también aparece con cola de crustáceo, y me ha llamado la atención.
Para ver el mito completo de Ícaro, pincha AQUÍ
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