martes, 16 de marzo de 2010

SESIÓN 11

15 de marzo de 2010

Quedamos con Marta al lado de los comedores para ver la siguiente escultura, titulada La proa de la poesía. Homenaje a Joan Brossa. Su forma nos recuerda a un tipi, a una torre de fortaleza, y también a la quilla de un barco. Esos espacios circulares en la escultura podrían ser ventanas que dejan ver el exterior (como las escotillas, ventanas...).












Marta nos propone que hagamos una escultura "humana", con barro (que seríamos nosotros) que surja de lo que nos sugiere esa representación. Así, nosotros creamos un espacio interior, juntado nuestros brazos, que poco a poco se van abriendo para dar vida a una flor que respire el aire puro.









Éstas son las esculturas de los demás grupos, que simularían una canoa que está a punto de hundirse, y una torre vigía.






Nos trasladamos al siguiente punto, que se llama Argi izpia eta oreka ("Un punto de luz y equilibrio") en granito, de Jose Ramón Anda.





Marta nos manda que, cada uno, desde nuestra posición, dibujemos lo que vemos, y este es mi boceto:





Vemos que es un bloque rígido, perpetuo (en principio), pero SE MUEVE (yo no lo sabía). Por eso, Marta nos propone que a este mismo boceto le demos "movimiento", que parezca que tiene movilidad. A mí se me ha ocurrido ponerle ruedas y cohetes...



Por último, entramos en el rectorado para ver Ícaro, la obra de Dora Salazar (trasladémonos a la mitología griega, donde Dédalo e Ícaro querían salir del laberinto de Creta. Crearon unas alas de cera, pero Ícaro se acercó demasiado al sol, sus alas se derritieron y cayó). La verdad es que me ha sorprendido y ha sido la escultura que más me ha gustado de toda la sesión.





En grupos, hemos apuntado cada uno 2 palabras que nos sugiere la obra, y hemos elaborado un pequeño texto.





El ser ansía libertad para tomar sus propias decisiones y poder tirarse al vacío, un vacío que reúna fantasía y utopía donde pueda darse plenamente los elementos que el propio ente aúna: aire con sus alas, tierra con su figura humana, agua con la cola de sirena y fuego por el cobre que brilla en su salto al vacío.



He querido, por mi cuenta, retomar el mito de Ícaro, y buscando por internet he encontrado una imagen que se parece mucho a la que encontramos en el rectorado. La he seleccionado porque esta interpretación de Ícaro (que es la imagen de El Proyecto Ícaro, una iniciativa de la Fundación Anomalía destinada a la creación de un museo que preserve la memoria y la obra del pintor Fernando Calderón) también aparece con cola de crustáceo, y me ha llamado la atención.

Para ver el mito completo de Ícaro, pincha AQUÍ


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